Mirad la agradabilísima sorpresa que me he llevado hoy, justo cuando se cumple un mes de la primera siembra.
Las espinacas han empezado a brotar, y en perfecta línea recta (tal cual las planté), pero no las semillas que planté el día 6 de junio, sino el segundo lineal, el del día 24 de junio (confirmando mi sospecha de que las primeras no brotaron por culpa de unos sospechosos pisoteos en la tierra por parte de mi perrita). Además, ¿os he enseñado ya mi primera zanahoria?
Vale, vale, ya sé que de zanahoria tiene poco todavía, pero ahí hay algo, como que me llamo Nayra.
Y mirad mi semillero:
Nada que ver al aspecto que tenía hace tan sólo dos semanas.
De las tres semillas de tomate, esta es la única que ha germinado, pero lo ha hecho muy bien. Ya se ve el tronco de la planta, todo lleno de pelillos ^^ y la forma de las hojas es ya muy reconocible.
Este pequeño "bosque" es el resultado de la siembra de un tomate cherry partido por la mitad (tomate que me regaló mi amigo Iván, recién traído del jardín de su padre).
Esta preciosidad es mi albahaca, mmmh, a cuyo olor (y sabor) soy completamente adicta >.<
Y mirad la lechuga, con sus hojitas rizadas y que empiezan a oscurecerse en los bordes (es una lechuga tirando a rojiza). Pero como no todo van a ser éxitos en esta vida...
Ahí está, mi no-perejil, a mí me da que algo ha pasado aquí, que no ha salido nada. ¿Será cuestión de volverlo a plantar? Dudas, dudas, dudas.
Os seguiré contando...
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